En náhuatl, xictli significa “ombligo” y de allí viene el nombre del Xitle, volcán de fuego que hizo erupción hacia el año 70 de nuestra era y que dejó hundida en magma toda la zona sur alrededor del Ajusco, de allí también el nombre de Santa Úrsula Xitla. Esta publicación de Casa Xitla toma el nombre Xictli recordando los varios sentidos y lazos de ombligo, que, tiene connotaciones mágicas, míticas y místicas. Es principio, raíz primera, lugar de creación, punto de comunicación.
En el ámbito de los símbolos el ombligo es avasallador. La fuente de Jacob, en Israel, es llamada umbilicus terrae. Los griegos tenían su ombligo en Thermos. Jerusalén es otro centro umbilical así como el Cuzco en el Perú y el Xitle en México. El ombligo es marca de desamparo y madurez. También es marca de desnudez y, por tanto, signo de la persona que se haya dispuesta a hablar de sí misma sin máscaras ni ocultamientos.
Por su lugar en el cuerpo humano, se ha vuelto símbolo del centro: terrestre, celeste o imaginario, y símbolo de la comunicación y la conexión que permite a las personas saberse, entenderse, comprenderse y cimentarse a favor de la comunidad. Nuestro Xictli aspira a ser centro y punto de encuentro.